jueves, 12 de septiembre de 2019

Aprender

Aprender…
(…y yo quiero aprender de ti…)


Ya has empezado una nueva etapa: el colegio.

Esta semana has empezado un camino que durará casi 15 años. La otra parte de tu educación. La que te llevará a mundos que todavía hoy no eres capaz ni siquiera de imaginar. Donde descubrirás que hay personas que hablan en otros idiomas, que tienen otras costumbres y que pese a que son iguales que tú, su vida es totalmente diferente. Y con un poco de inteligencia, sabrás que esa es la mejor combinación para tener una vida rica en cultura.

Nada merecerá realmente la pena si en el colegio no encuentras la forma de convertirte en una persona con valores. No te va a valer de nada saber despejar ecuaciones de segundo grado ni las consecuencias económicas de la Guerra Fría porque no vas a tener a nadie cerca para poder contárselo o mostrárselo. En el colegio, todo está conectado y tiene influencia sobre la totalidad de los elementos. La educación es orgánica y no para de moverse y de crecer.

Por eso hemos elegido un colegio que apueste por las relaciones, por hacer cosas en grupo, por hacerlo todo en común en lugar de escribir cada uno en una mesa con la cabeza agachada sin intereractuar con los demás. El contacto visual, mirar a los ojos, potencia las relaciones humanas de una manera extraordinaria.
Sabemos que el colegio, donde todo está relacionado, para que el aprendizaje sea eficaz y te ayude a crecer, debes tener presente que hay cosas que tendrás que estar poniendo en práctica constantemente.

El colegio debe ser un lugar de contacto con el mundo; que sientas que te abre todas las puertas y sepas que el conocimiento te llevará a cualquier sitio; que es un lugar donde vivir experiencias que te permitan conocer la realidad como realmente es. Que sepas diferenciar qué y quienes merecen la pena y qué cosas o personas te van a enriquecer.

Recuerda que solo cuando conoces algo eres capaz de aprenderlo. De memorizarlo a largo plazo, incluso durante toda la vida y de tenerlo en tu mente. Aléjate siempre de memorizar sin sentido y de gastar horas de tu vida en retener algo que olvidarás en pocos días (incluso en horas). Preocúpate de ser culta de verdad no solo de sacar buenas notas, pero no saber de nada. Intenta vivirlo con tanta intensidad que cuando tengas 20 años seas capaz de recordar nítidamente aquella clase de Historia que tu profesor te enseñó con tal pasión que realmente te des cuenta de que has aprendido.  

Todo ese aprendizaje solo tendrá sentido y significará algo si te sirve para aplicarlo de verdad en situaciones concretas de tu día a día, para dar respuesta a los problemas y conseguir resolverlos de la manera más rápida y sana posible.

Acuérdate de que cuando somos capaces de aplicar un conocimiento a algo de nuestra vida, somos capaces de analizar sus consecuencias y de evaluar sus resultados. Yo estoy convencido de que es la única forma de aprender: ensayo y error. Que nadie te diga que las cosas son por suerte o porque sí. Las cosas se aprenden haciéndolas. Y nadie te va a regalar nada. Quien te diga que lo ha conseguido todo sin esforzarse es o bien porque no tiene nada realmente o porque se no es suyo.

Y cuando todo lo anterior seas capaz de ponerlo en práctica, la culminación del proceso será cuando lo hagas todo siendo creativa. Aportando. Teniendo ideas. Liderando. Nunca hay innovación en nada si no hay creatividad. Cuando encuentres otro camino para llegar, cuando entiendas que millones de vías sin explorar y que sólo vale ser el primero en encontrarlas. Ser el segundo ya no es crear, es copiar.

El aprendizaje es nuestra mejor herramienta para cambiar las reglas de juego establecidas, porque la verdad es que la vida es muy corta como para esperar que las cosas cambien solas. No podemos permitirnos el lujo de cambiar a ritmo natural. Tenemos y necesitamos acelerarlo todo: aprender rápidamente lo que otros han aprendido y descubierto antes que nosotros para poder evolucionar al mismo ritmo. Para eso tenemos que esforzarnos, rodearnos de personas mejores que nosotros e imitar los valores que son importantes no solo para seguir aprendiendo, sino para que toda la gente de alrededor quieras estar a nuestro lado.
Pero sobre todo, recuerda que el conocimiento sin ponerlo en práctica, es como el deportista que dedica horas y horas a entrenar pero al final no se presenta al campeonato. Ese deportista, realmente está físicamente preparado, en teoría, pero en la práctica nunca lo sabrá. Por eso es importante que seas proactiva y que pongas en práctica todo lo que aprendas, porque hasta que no lo hagas, no lo vas a saber de verdad.
Y los seres humanos, tenemos una ventaja sobre el resto de seres vivos: tenemos muchas formas de aprendizaje.
Si aprendes por imitación, ten en cuenta que tienes que aprender a elegir bien el modelo a imitar; que si imitas a un idiota, es muy probable que te conviertas en lo mismo. Yo siempre he pensado que es una buena forma de aprendizaje; normalmente, lleva de la mano la admiración y la admiración por la gente que te rodea, siempre es un gran valor que deberías de mantener en tu vida.

También tenemos la intuición, y por eso en ocasiones tenemos un conocimiento dentro de nosotros que no sabíamos que lo tenemos. Somos capaces de hacer cosas y superar retos que no hemos tenido que pensarlo: simplemente, lo sabemos y lo hacemos.

Pero sobre todo, mi niña, tienes tu imaginación para aprender y aplicarlo todo. Con tu imaginación, serás capaz de resolver primero los problemas en tu cabeza. La creatividad, como te dije antes, es una capacidad esencial que mezcla experiencia de casos solucionados, con la intuición y la imaginación.

Acuérdate, y nosotros te ayudaremos a que lo consigas, que todas las soluciones pasan por hacer y no por decir. Que hacer es lo que te hará estar viva y ser rápida. Hay muchas personas que no saben resolver problemas pese a tener mucho conocimiento. El conocimiento sin saber utilizarlo, no sirve de nada.

viernes, 8 de marzo de 2019

Vida.

Vida.
(…feliz cumpleños, mi niña…)

Hoy es tu cumpleaños.

Cumples tres años.

Y yo me acuerdo como si fuera ayer el día en que te vi por primera vez. Muerto de miedo y de ganas, casi a partes iguales. Y te sostenía en brazos, liada en una toalla y nos miramos fijamente durante veinte minutos mientras yo no podía parar de decirte hola. No tenía ni idea cómo de importante ibas a ser para mí y cuanto ibas a cambiar nuestra vida. Tanto que ya es imposible imaginársela sin ti.

Nuestra vida.

Es imposible imaginársela ya sin tu risa; sin tu forma de trasmitir felicidad en cualquier situación, en cualquier momento y en cualquier circunstancia. Sin tu forma de gestionar las emociones tan pura, tan inocente y tan de verdad. Tu forma de conseguir que los dramas duren sólo un llanto y se convierta en risa casi automáticamente. Y cuando eso pasa, se produce una de las cosas que más ternura me despiertan: secarte la cara llena de lágrimas cuando ya te estás riendo a carcajadas. Porque es la escenificación de cómo la vida nos pone en momento tristes y en momentos alegres casi repentinamente.

Nuestra vida.

Es imposible imaginársela sin tus abrazos que casi cortan la respiración y tus “besos de amor verdadero” que me das cada noche antes de dormir. Cuando vas a dormir y me dices que me has echado de menos, aunque hayamos estado juntos toda la tarde. Realmente, aún no sabes el significado de algunas cosas que dices, pero ojalá seas capaz de seguir diciéndolas con toda ternura del mundo cuando entiendas bien lo que significan. Para ti, y para la persona a la que se lo dices. A mí, cuando me abrazas antes de dormir, me llevas a otra dimensión durante treinta segundos: a la felicidad plena donde me quedaría a vivir toda la vida.

Nuestra vida. Eres tú.

Y es imposible imaginársela sin tus trucos de magia que no termino de entender. No entiendo por qué en casa te despiertas los sábados a las 8.00 de la mañana y cuando duermes en casa de cualquiera de tus abuelos, te despiertas a las 10.00. La verdad es que lo entiendo y creo que lo haces aposta. Lo que pasa que cuando entra en juego el amor de verdad, si a las 8.15 no has venido, nos despertamos y vamos a ver si estás bien.

Nuestra vida.

Es imposible imaginársela sin tu dedo índice cuando lo sacas a regañar. Te gusta mandar y quien marca las pautas. Me regañas a mí, a tu madre, a tus amigas, … Y principalmente lo haces porque tienes personalidad, sabes lo que quiere y sobre todo sabes lo que no quieres. Y a mí me encanta. Y ojalá, pasen los años y sigas sabiendo regañar, para que nunca nadie te obligue a hacer nada que no quieras hacer. Que te valoren por lo que seas y sepas poner límites a todo.

Nuestra vida contigo.

Es imposible imaginársela sin tus preguntas inocentes y llenas de curiosidad. Sin esas frases que dices en público y que no sabes que si fueras adulta no podrías decir. A mí me hacen mucha gracia algunas preguntas que haces y desde el amor no puedo dejar de contestarte. Porque el amor realmente, nunca pregunta y siempre responde. Y yo intento hacerlo de la mejor manera posible, de la ternura de estar cuidando a lo mejor de tu vida y de la mejor manera posible también, intenta que la respuesta vaya cargada con alguna lección o consejo que te pueda ayudar a entender las cosas con más cariño.

Nuestra vida.

Es imposible imaginársela sin ti y sin la responsabilidad de hacerte crecer. Sólo por ser tu padre ya tengo la obligación de velar por tu vida y todo lo que la compone: tu salud, tu crecimiento, tu educación y tus emociones. Y por suerte para ti (cuando tengas quince años me lo agradecerás y yo me enfadaré), yo seré quien te guíe mientras creces y con todo el dolor de mi corazón, dejaré espacio para que tus abras tus alas.


Nuestra vida a tu lado.

Es imposible imaginársela sin ti y sin pensar en cuantos de tus sueños cumplirás. Que nunca se te olvide seguir tus sueños y nunca dejes de luchar por cumplir tus metas. Acuérdate siempre que todo lo que deseamos es el combustible para poner todo el esfuerzo en ser mejores cada día y llegar hasta nuestras metas. Y recuerda también, que las metas a veces parecen que están cada vez lejos incluso cuando te esfuerzas al máximo; ten en cuenta que para eso sirven las metas: para no dejar de caminar. Estoy seguro de que eres muy inteligente (lo veo cada día) pero intenta recordarlo tú por ti misma. No utilices esto como excusa para relajarte y pensar que todo lo vas a tener hecho. Recuérdalo para que nunca nadie te diga que no puedes hacer algo.

Nuestra vida contigo es mucho más vida desde que estás tú.
Nuestra vida contigo, es infinitamente de lo que podríamos haber imaginado.

Nuestra vida contigo, es la vida que merece la pena de verdad.