(…feliz cumpleños, mi niña…)
Hoy es tu cumpleaños.
Cumples tres años.
Y yo me acuerdo como si fuera ayer el día en que te vi por primera
vez. Muerto de miedo y de ganas, casi a partes iguales. Y te sostenía en
brazos, liada en una toalla y nos miramos fijamente durante veinte minutos
mientras yo no podía parar de decirte hola. No tenía ni idea cómo de importante
ibas a ser para mí y cuanto ibas a cambiar nuestra vida. Tanto que ya es
imposible imaginársela sin ti.
Nuestra vida.
Es imposible imaginársela ya sin tu risa; sin tu forma de
trasmitir felicidad en cualquier situación, en cualquier momento y en cualquier
circunstancia. Sin tu forma de gestionar las emociones tan pura, tan inocente y
tan de verdad. Tu forma de conseguir que los dramas duren sólo un llanto y se
convierta en risa casi automáticamente. Y cuando eso pasa, se produce una de
las cosas que más ternura me despiertan: secarte la cara llena de lágrimas
cuando ya te estás riendo a carcajadas. Porque es la escenificación de cómo la
vida nos pone en momento tristes y en momentos alegres casi repentinamente.
Nuestra vida.
Es imposible imaginársela sin tus abrazos que casi cortan la
respiración y tus “besos de amor
verdadero” que me das cada noche antes de dormir. Cuando vas a dormir y me
dices que me has echado de menos, aunque hayamos estado juntos toda la tarde.
Realmente, aún no sabes el significado de algunas cosas que dices, pero ojalá
seas capaz de seguir diciéndolas con toda ternura del mundo cuando entiendas bien lo que
significan. Para ti, y para la persona a la que se lo dices. A mí, cuando me
abrazas antes de dormir, me llevas a otra dimensión durante treinta segundos: a
la felicidad plena donde me quedaría a vivir toda la vida.
Nuestra vida. Eres tú.
Y es imposible imaginársela sin tus trucos de magia que no termino
de entender. No entiendo por qué en casa te despiertas los sábados a las 8.00
de la mañana y cuando duermes en casa de cualquiera de tus abuelos, te
despiertas a las 10.00. La verdad es que lo entiendo y creo que lo haces
aposta. Lo que pasa que cuando entra en juego el amor de verdad, si a las 8.15
no has venido, nos despertamos y vamos a ver si estás bien.
Nuestra vida.
Es imposible imaginársela sin tu dedo índice cuando lo sacas a
regañar. Te gusta mandar y quien marca las pautas. Me regañas a mí, a tu madre,
a tus amigas, … Y principalmente lo haces porque tienes personalidad, sabes lo
que quiere y sobre todo sabes lo que no quieres. Y a mí me encanta. Y ojalá,
pasen los años y sigas sabiendo regañar, para que nunca nadie te obligue a
hacer nada que no quieras hacer. Que te valoren por lo que seas y sepas poner límites
a todo.
Nuestra vida contigo.
Es imposible imaginársela sin tus preguntas inocentes y llenas de
curiosidad. Sin esas frases que dices en público y que no sabes que si fueras
adulta no podrías decir. A mí me hacen mucha gracia algunas preguntas que haces
y desde el amor no puedo dejar de contestarte. Porque el amor realmente, nunca
pregunta y siempre responde. Y yo intento hacerlo de la mejor manera posible,
de la ternura de estar cuidando a lo mejor de tu vida y de la mejor manera
posible también, intenta que la respuesta vaya cargada con alguna lección o
consejo que te pueda ayudar a entender las cosas con más cariño.
Nuestra vida.
Es imposible imaginársela sin ti y sin la
responsabilidad de hacerte crecer. Sólo por ser tu padre ya tengo la obligación
de velar por tu vida y todo lo que la compone: tu salud, tu crecimiento, tu
educación y tus emociones. Y por suerte para ti (cuando tengas quince años me
lo agradecerás y yo me enfadaré), yo seré quien te guíe mientras creces y con
todo el dolor de mi corazón, dejaré espacio para que tus abras tus alas.
Nuestra vida a tu lado.
Es imposible imaginársela sin ti y sin pensar en cuantos de tus sueños
cumplirás. Que nunca se te olvide seguir tus sueños y nunca dejes de luchar por
cumplir tus metas. Acuérdate siempre que todo lo que deseamos es el combustible
para poner todo el esfuerzo en ser mejores cada día y llegar hasta nuestras
metas. Y recuerda también, que las metas a veces parecen que están cada vez
lejos incluso cuando te esfuerzas al máximo; ten en cuenta que para eso sirven
las metas: para no dejar de caminar. Estoy seguro de que eres muy inteligente
(lo veo cada día) pero intenta recordarlo tú por ti misma. No utilices esto
como excusa para relajarte y pensar que todo lo vas a tener hecho. Recuérdalo
para que nunca nadie te diga que no puedes hacer algo.
Nuestra vida contigo es mucho más vida desde que estás tú.
Nuestra vida contigo, es infinitamente de lo que podríamos haber
imaginado.
Nuestra vida contigo, es la vida que merece la pena de verdad.